Parece que las memeces nunca vienen solas. ¿Sabéis? No voy a malgastar más entradas nombrando a los innombrables y contando sus nuevas batallitas. En resumidas cuentas, Encarni se está encargando de darme una calurosa despedida haciéndome insoportable el transcurso de los días en el piso. Por suerte, ella no sabe ni se lo diré jamás, que mañana me dan las llaves de mi nuevo piso, de tal modo que en esa misma tarde comenzará mi mudanza. A cualquier pregunta, una mentira por respuesta. El último apuñalamiento de la semana ha sido hace escasamente una hora y me lo anoto. El día en el que al fin saque la última de mis cosas (que espero que sea antes del viernes) me giraré ante su aspetosa cara, le tomaré de la mano y le diré con la mejor de mis sonrisas "te deseo que la convivencia con tus nuevos compañeros sea tan agradable y enriquecedora como la que yo he tenido con vosotros", me aproximaré, le daré el beso de Judas y me iré, siempre con la mejor de mis sonrisas. Cualquiera que no sepa nada de los follones pensará "juás! que tía más amable!" anda y lee más abajo en la otra entrada. De seguro que se le queda cara de gilipollas o de agradecida y de gilipollas cuando capte la indirecta.

En fin que hay gente para echarla de comer a parte y que cuando esta tipa me pida las pelas de los 15 días de luz me negaré y le diré al casero "Agustín, yo con sumo gusto le pagaba a usted los días que hicieran falta pero tras el trato que me ha dao esta gente en estos dos útimos meses hasta el mismísimo día en el que me he ido, le digo con toda sinceridad que no se lo merecen ni pizca y que, por tanto, que lo paguen ellos" sacabó!

Y un poemica que le escribí esta mañana a la Encarni, anda, quién te había hecho eso antes, eh?

Poema de despedida a una compañera de piso

Voy a dejarte morir ahí,

ausente de mí.

Voy a volcar

la marmita de sangre hirviendo

y a ver cómo de rápido sus burbujas

te destrozan la piel.

Voy a sonreír, sin lugar a dudas,

cuando tu sangre y la sangre derramada,

se confundan

y sobre el suelo de piedra,

absorban toda la mierda que expandiste.

Sólo cuando tu carne esté al descubierto,

tiraré de la cuerda

que sostiene el bidón de sal.

Ver cómo gritas y te retuerces ante mí

será la mayor de las recompensas

y ¿cómo no?

Cuando te vea desfallecer será

el momento de arrojarte

cubos y cubos de vinagre.

Tu sufrimiento

será la forma en la que yo tenga

de ir en paz.

Tu sufrimiento será lento

aunque para mí, demasiado breve.

Me gustaría desmembranarte

músculo a músculo, arteria a arteria, vena a vena.

Me gustaría impregnarme con tu sangre

y pasar por delante de tus ojos

los cuchillos que te van a destrozar para aterrarte.

Ver tu rostro desencajado

sólo conseguirá darme placer.

Recuerda lo mal que te has portado.

Viniste enmascarando una realidad

que en mi contra has usado

y aun hoy

me arrebatas lo que mi paciencia da de sí.

Ni te imaginas la de veces

que de mis uñas asesinas, te has librado

y te aseguro que hoy,

va a ser un día de esos. Vas a vivir para contarlo

pero llevarás una calavera

atravesando con sus dientes tu hombro derecho.

Vallas a donde vallas

sobre ti caerá mi odio

y todos mis murciélagos y alacranes

dormirán entre tus sábanas hasta el día

en el que no te vuelvas levantar.

Ese día habrá una marmita sobre el fuego esperándote,

¿imaginas lo que contendrá?