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sábado, 6 de junio de 2009

Este cuento para niños pequeños es la propuesta que subí al tercer reto del Foro de Nuncajamás. Las normas, los demás textos y las votaciones, las podréis encontrar en el mismo sitio. Espero que os guste.

¡LOS GAMBUSINOS DEL ESPACIO!


¿Alguien sabe qué son los Gambusinos del Espacio? Pues son los habitantes de un planeta muy, muy lejano. Miden cerca de treinta centímetros de altura y se parecen mucho a los duendes que todos conocemos. Esta es la historia del viaje más divertido de dos gambusinos, unidos por su amor hacia cierta “culturilla” terrestre...


Bliskiwiskis cargaba las dos últimas bombonas de butano en los motores de su nave y es que su nave, que se llama “Olédemiarma”; funciona a butano. “¿Cómo es la nave?” Os estaréis preguntando. Pues tiene la forma de una enorme peineta de color amarillo con lunares negros. ¿A que es rara, eh? Resulta que Bliskiwiskis y su amigo Chimpapachín, la diseñaron así, porque adoran la copla española. Sí, como lo leéis, ellos tienen en sus casas montones de cosas de la Tierra y todas las compran en e-bay. ¿A que es curioso?


Bliskiwiskis miraba feliz el cartel que le había dado su amigo. ¡Al fin iban a ir a un festival de la Tierra! Pero no a un festival corriente, no; sino al festival ¡más maravilloso del mundo! En él iban a actuar las estrellas: Bertín Osborne, Falete, La Pantoja y María del Monte. Diréis “¡vaya bodrio!” Pero es que a nuestros amiguitos les encantan.


Salieron de la estación espacial y emprendieron el viaje, cuando al fin apareció Chimpapachín, tarde como de costumbre –y con el consecuente cabreo y bronca de Bliskiwiskis, que no soportaba la impuntualidad de su amigo-. Iba a ser un viaje muy largo, unos 1578 años terrestres, para que os hagáis una idea. Así que llevaban un montón de comida y juegos para no aburrirse.


Jugaban horas y horas. Reían y contaban historias y cuando no, cada uno se iba a una esquina a refunfuñar, porque siempre era el otro, el cabezota de los dos. Así pasaron buena parte del viaje, pero irremediablemente, llegó el aburrimiento.


Chimpapachín, que se aburría más que en una clase de matemáticas, decidió ponerse el delantal y comenzó a limpiar la nave; mientras que Bliskiwiskis, sacaba sus cigarrillos –comprados en e-bay, por supuesto-. Al instante, su amigo le empezó a regañar porque odiaba el tabaco –que es muy malo para los pulmones- y porque Bliskiwiskis no había cogido el cenicero del Fary que, con tanto cariño, Chimpapachín le había regalado en su cumpleaños. Discutieron y Chimpapachín se marchó a su compartimento descolgando sin querer, la cortina verde de guitarritas flamencas, que tenían en la sala de mandos. Chimpapachín estaba muy enfadado y no quería hablar con Bliskiwiskis. Bliskiwiskis estaba también enfadado, porque su amigo siempre se quejaba de las cosas que a él le gustaba hacer. Pero no podían dejar de ser amigos ahora que se dirigían al mejor festival del mundo. Así que Bliskiwiskis decidió hacer un gran sacrificio. Sacó la tele y la colección de videos que a Chimpapachín tanto le gustaban. Preparó palomitas y puso el volumen muy alto, para que su amigo la escuchara. Al poco, Chimpapachín vino a espiarle y Bliskiwiskis le hizo una señal con la mano para que le acompañase.


Las vacaciones en Sierra Nevada con los esquís, el teleférico y el pánico a las alturas de Bliskiwiskis. La colección completa de Cine de Barrio y Gran hermano, con la que lloraron de emoción el resto del camino... Así fue como Bliskiwiskis y Chimpapachín se olvidaron de que estaban enfadados e hicieron las paces.


Y es que, amiguitos, lo más importante en el Universo, es la amistad.


Por cierto, se lo pasaron bomba en el festival. Pero esa es otra historia que contaremos otro día.


¡Hasta pronto, amiguitos!


Inventé a estos personajes con 14 años cuando tanteaba cómo escribir una novela de ficción y suspense que ha día de hoy no he terminado (y eso que la he escrito y re-escrito muchísimas veces). No hace falta decir que los Gambusinos eran los personajes que le quitaban hierro al asunto.


Algún día escribiré un libro que trate sólo de los Gambusinos y que por supuesto, será completamente de humor para quedarse con el buen rollito y tener una visión más positiva del mundo, que falta nos hace.


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