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lunes, 16 de abril de 2007

¿Habéis sentido alguna vez que absolutamente todas las alarmas que tenéis en vuestras cabecitas -incendios, antirrobo, tí@ petard@ a la vista, mordedura sedienta de sangre, ojos vueltos, chimpancés con paracaidas aterrizando en el tejado....- se han puesto, por algún hipotético y extraño motivo, en funcionamiento a la vez?
Pues eso mismo me pasa a mí hoy. No hago nada a derechas, siento el gran peso del mundo sobre mis hombros y casi me explota la cabeza! pero miro hacia otro lado ¿¿¿cómo se digiere esto???
mmmmmmmm, gente, estoy confusa y no me entiendo ni yo. Esto se está complicando de sobremanera y me ha pillado, hablando finamente, en bragas. Creo que me estoy haciendo mayor como para tener mi vida controlada al milímetro y que se colase tanta gente no estaba en mis planes.
Odio sentirme así porque sólo me falta una mesa, un lacito, una hucha e ir pidiendo limosna por ahí (dame limosna de amores, Dolores....)
Una nube de polvo invadía la habitación. Relojes rotos, sin manecillas, sin agujas... sillas tumbadas y cajones abiertos. Allí parecía no vivir nadie. Oscuridad, persiana rota y puerta encajada. Años de silencio. Y allí, ¿por qué dormía, pálida e inquebrantable, yo, sobre sábanas añiles y sosteniendo entre los dedos una rosa sin pétalos?

No es casualidad, estúpido, las casualidades no existen.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mis alarmas están, afortunadamente, fuera de funcionamiento. Llevo unos dias en los que me he sentido desbordada por la información, y no me ha quedado más remedio que resetear y tomarme un descanso. Parece que no, pero el quedarme sola en casa me ha dado tiempo para reflexionar sobre muchas cosas. Mira a tu alrededor y veréas que tienes mucha gente que te quiere, quizás no como tú quisieras, pero ahí están. Desconecta las alarmas, tómate un respiro, y verás como las cosas se ven menos duras.XX