La vida pasó por mi lado
como una doncella de luto,
con mirada perdida
y labios sellados.
Miré por el rabillo del ojo,
buscando la verdad de las cosas,
mas la respuesta fue dolor
y el dolor a mi corazón
quebradizo lo hizo
y como un disparate
de puertas para adentro,
sostube la antorcha y prendí
con mis manos mi propio ataúd
sólo para oír los gritos de mi alma.
...Y entonces reí.
4 comentarios:
¡Dios mío vaya cierre! Grandioso de verdad. Despista al principio, pues parece otro tema distinto del que plantea el título...
Muy bueno. Un besazo.
Me gusta, negra, me gusta!!!
Nada como quemar las penas, asistir al funeral de los recuerdos y el pasado para empezar a reir tras el drama de la puesta en escena.
Negra, ya sólo nos queda bailar desnudas en el bosque con una corona de flores para celebrar lo libres que somos.
Pero esperemos al verano, por la diosa!!! jajajaja
Besitos ***
Gracias por vuestros comentarios.
Y lo de este verano, pa lante!!! xD
Vale, Pilix, pero luego no te rajes :D
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